Empanadas De Queso De Cebolla
No sirve de nada, la pasión por hacer pasta en casa está en la sangre y ya nació en el ADN. Esta receta de empanadas la había copiado hace mucho tiempo en un papel dentro de mi recetario pero nunca la había probado. Hace unas semanas la rescaté de entre tantas otras notas y recortes para finalmente sacarla adelante.
En un día ajetreado, decidí reservar el final de la tarde para mí y definitivamente no hay nada mejor para estas situaciones que ensuciarse las manos y divertirse dándole forma y sabor. Después de unos minutos en el horno, comí una merienda tan buena que el día terminó súper bien. Y cocinar, para mí, es eso: dedicarme a algo que me encanta hacer y que me hace sentir bien. Terapia súper eficiente y económica, y además de eso, estamos incluso un poco más felices comiendo más tarde. 😉
Probé las empanadas por primera vez cuando visité Buenos Aires, hace una década, y me enamoré. Después de un tiempo, volví a comerlos en São Paulo, cuando me encontré con un amigo que hacía mucho tiempo que no veía. Y desde entonces, siempre he vuelto para extrañarte. El origen de la preparación, que parece un pastel, no sé muy bien de dónde viene, pero la verdad es que hay versiones típicas en casi todos los países sudamericanos, con los más variados tipos de masa y relleno. Pero para mí, la combinación perfecta es el trigo tostado con mucho queso y cebolla.
2 tazas de harina de trigo
2 cucharadas llenas de mantequilla o margarina
1/2 taza de agua
1 cucharadita de sal
Para el relleno de queso y cebolla:
150 g. mozzarella rallada o picada
50 gramos de queso parmesano o provolone rallado o picado
1 cebolla grande en medio aros
Pimienta negra y orégano a voluntad
1 yema para pincelar
En un bol, tamiza la harina de trigo con la sal y añade la mantequilla, mezclando hasta que se desmorone. Agrega poco a poco el agua y amasa hasta formar una masa que no se pegue a las manos.
Estirar la masa con un rodillo para que quede muy fina y cortar círculos (yo usé una tapa de olla de plástico de unos 10 cm de diámetro). Reúna las rebabas y corte los círculos: logré hacer 12.
En otro recipiente, mezcle bien los ingredientes del relleno y sazónelos como desee, pruebe y, si es necesario, agregue sal. En el centro de cada círculo de masa colocar entre 1 y 2 cucharadas del relleno y cerrar las empanadas. Estuve haciendo un zigzag con la masa y apretando bien para que no se corra el queso.
Engrasa una placa para horno con un poco de aceite y coloca las empanadas. Batir rápidamente la yema con un tenedor y pintarla por encima antes de llevarla a fuego precalentado a 180ºC durante unos 30 minutos o hasta que empiecen a dorarse. Si lo desea, espolvoree un poco de orégano por encima.
Esta cantidad sirve hasta para 4 personas, dependiendo del hambre. Si quieres, puedes congelar las empanadas. Retíralas del horno justo antes de que estén doradas, espera a que se enfríen y mételas en un asado en el congelador. Cuando estén firmes y bien fríos, retírelos del asado y guárdelos en bolsas de plástico bien cerradas hasta por 3 meses.
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